jueves, 25 de agosto de 2016

TEMA 1: ANÁLISIS DE ESTADOS DE RESULTADOS COMPARATIVOS

 
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Los estados financieros comparativos, como su propio nombre indica, deben permitir comparar estos datos con objeto de poder sacar conclusiones de ellos.
Los estados financieros comparativos son el conjunto completo de estados financieros que la entidad emite, donde no sólo se recoge la información de ese año, sino que también muestran la misma información para uno o más períodos anteriores.

En función del objetivo trataremos los datos para obtener la información deseada. Los estados financieros comparativos son especialmente útiles para las siguientes razones:
•Con esta información podremos comparar los resultados financieros de la entidad a través de varios períodos, de modo que se pueden determinar las tendencias. Ej. Ventas crecientes, beneficios crecientes, deudas decrecientes...
•También permitirán comparar las proporciones de los distintos elementos del balance de situación, la cuenta de resultados y del resto de estados financieros durante varios períodos. Ej. Ventas sobre costes de ventas, relación entre pasivo y patrimonio neto, entre activo fijo y activo corriente, entre deudas a largo y a corto plazo.
•Son la base para predecir el rendimiento futuro, aunque deben analizarse también los indicadores operativos.
Es usual emitir estados financieros comparativos con columnas adicionales que contienen la varianza entre períodos, así como el cambio porcentual entre períodos.
En contabilidad financiera, el balance de situación, balance contable o estado de situación financiera representa un resumen de los estados financieros de una empresa. El balance general es a menudo descrito como una instantánea de la situación financiera de una empresa. Es una representación de las propiedades de la empresa y de las deudas. El balance de la empresa estándar consta de tres partes: activos, pasivos y patrimonio neto.
Las principales categorías de los activos son activos fijos (aquellos necesarios para producir edificios, máquinas, etc) y corrientes (aquellos provenientes de la actividad comercial existencias, efectivo, deudas de clientes) , normalmente ordenados en función de la capacidad de convertirse en liquidez.
Los activos son seguidos por los pasivos, que aglutinan la deuda de la empresa normalmente ordenadas en función de si deben devolverse en menos de un año (corto plazo) o en más de un año (largo plazo). Figurarán aquí fundamentalmente préstamos, créditos, pagarés y bonos.
A la diferencia entre las dos anteriores, activos y pasivos se le conoce como patrimonio neto, capital, activos netos o fondos propios, y representan el valor contable de la aportación de los propietarios o accionistas.
El Informe de Gestión es una parte de las cuentas anuales donde se incluye una de las operaciones de la empresa y sus perspectivas de futuro que realiza la dirección de la empresa.
El Informe de Gestión urgió como parte de un movimiento general que demandaba una mayor transparencia en el gobierno corporativo. Es útil para los accionistas ya que les da a conocer cuestiones como la de si la empresa tiene buenas finanzas, si el mercado tiene potencial, y si la empresa tiene la capacidad estructural para expandirse y tener nuevas oportunidades de negocio con el fin de que los accionistas puedan tomar decisiones y emitir su voto en la junta general anual de accionistas, es por tanto parte de ese nivel mínimo esencial de información.
Los Informes de Gestión deben darse a conocer al público, por lo que también sirven como una fuente importante de información pública con la que ampliar al información disponible de los estados financieros.
Cuenta de resultados (también conocida como cuenta de pérdidas y ganancias (PyG), declaración de ingresos, estado de rendimiento financiero.
Así la cuenta de resultados es la parte de los estados financieros de una empresa que indica cómo los ingresos (dinero recibido de la venta de productos y servicios) se transforma en el beneficio o utilidad (el resultado después de que todos los ingresos y gastos se hayan contabilizado, también conocidos como el Beneficio Neto o utilidad neta). Muestra los ingresos de un período determinado, y el costo y los gastos con cargo a estos ingresos, incluyendo amortizaciones (por ejemplo, la depreciación y la amortización de los diferentes elementos del activo) y los impuestos.
El propósito de la cuenta de resultados es mostrar a los gestores e inversores si la empresa ganó o perdió dinero durante el período que se informa.
El error más habitual para los que desconocen la técnica contable es considerar todos los cobros como ingresos y todos los pagos como gastos, sin embargo en contabilidad la palabra ingreso significa entrada de dinero sino que hace referencia a las ventas de productos o servicios de la actividad de la empresa y por tanto gasto no es toda salida de dinero sino que es únicamente aquella que supone el coste de lo vendido o el coste de una financiación.
A modo de ejemplo, cuando tenemos un préstamo y pagamos la cuota, esta estará compuesta parte por la devolución de la deuda y parte por los intereses. Lo que supondrá gasto para la cuenta de resultados será sólo los intereses ya que el resto será la devolución de un dinero que nos han dado con anterioridad. En contraposición en el estado de flujos de efectivo deberemos tener en cuenta la salida total de efectivo. Igualmente la compra de una máquina no es tampoco un gasto ya que esa máquina se quedará en el activo para ser usada durante años.
Es una muestra de la salud financiera de la empresa y de su capacidad de pago lo que le evitará potenciales problemas de liquidez. Es especialmente significativo en sectores con periodo de maduración (ciclo de efectivo) alto y/o ventas por encargo en los que no se cobra normalmente hasta la entrega final del bien. Una empresa dedicada a la construcción de infraestructuras, viviendas, barcos puede tener importantes problemas de liquidez ya que entre que vende su producto y lo cobra debe financiar su actividad incurriendo además en posibles pérdidas en caso de impagos, demoras en la entrega, etc.
Para su confección se parte del beneficio neto y se ajustan las magnitudes en función de diferentes ajustes entre los que podemos destacar: ventas no cobradas y gastos no pagados, sumaremos las amortizaciones ya que no suponen salida de efectivo y las ventas de activos cobradas así como quitaremos también las devoluciones de las deudas.
 
 


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